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Me duelen las manos ¿tengo síndrome de túnel del carpo?

Muchos de nosotros no notamos los síntomas sino hasta cuando empiezan a interrumpir nuestras actividades cotidianas. Lamentablemente es una condición que afecta cada día a más personas por el incremento en las actividades repetitivas de las manos.

El síndrome del túnel del carpo es dado por el daño del nervio mediano por la rigidez del túnel del carpo. Los síntomas iniciales son sensoriales dado por el daño de las fibras sensoriales. Después incrementan los síntomas motores por el daño de las fibras motoras que toma más tiempo. Por lo tanto, en principio se identifica adormecimiento y cosquilleo de las manos, usualmente describen pérdida de fuerza y soltar con facilidad las cosas sin darse cuenta. Son síntomas intermitentes, y se consideran más específicos cuando despiertan al paciente de noche y pasan cuando sacuden las manos.

A nivel nervioso los primeros daños son la pérdida de la capa de mielina que cubre el nervio, seguido por la degeneración axonal del nervio (lo axones son las estructuras de los nervios que conducen la información de un lado a otro). Dado que el daño es del nervio mediano, los síntomas se localizan en la palma de la mano y los dedos pulgar, índice, medio y anular. Tenga en cuenta que cuando el dolor es del dedo menique y se extiende por ese lateral de la mano, lo más probable es que el diagnóstico sea diferente. Aunque se puede extender el adormecimiento a toda la mano o brazo, el dolor suele ser en la palma de la mano, algunas veces pueden avanzar hasta la parte interna del antebrazo. Además las quejas sueles ir acompañadas de sensación de hinchazón en las manos acompañado de cambios de temperatura y sudoración.

Por lo general se presenta más en la población caucásica, en mujeres entre los 45-60 años. También se relaciona con desordenes de la tiroides, con artritis reumatoide, acromegalia y amiloidosis, entre otras. La mano dominante suele ser la primera con síntomas pero puede avanzar y ser bilateral. Esto a causa de su asociación con actividades repetitivas, prolongadas, con fuerza de la muñeca, con exposición a la vibración.

Los tratamientos inician con el uso de férulas en posición neutral o de extensión de la muñeca para usar durante la noche por lo menos de 3 a 4 semanas. La inyección de esteroides en el túnel del carpo es una buena opción a largo plazo y para algunos pacientes, según la causa de la enfermedad, les puede ayudar los antiinflamatorios no esteroideos y los diuréticos. Cuando el síndrome está con síntomas leves o moderados estas medidas conservadoras tienen un buen pronóstico.

En última estancia, los pacientes que no mejoran con el tratamiento conservador o tienen una condición severa se puede considerar la cirugía, aunque aún no tiene un pronóstico favorecedor pues a 5 años hasta un tercio de los pacientes recurren con la enfermedad.

Por parte de los tratamientos con medicina biológica se utilizan moduladores del proceso inflamatorio como el Traumeel® y  Zeel® que alcanzan una mejoría sintomática significativa. Adicionalmente se recomiendan ejercicios como el yoga que reducen el dolor y mejoran la fuerza de las articulaciones.

Independientemente de la terapia que más se acomode a sus preferencias, recuerde siempre llevar un adecuado control con su médico de confianza. La correcta evaluación de la enfermedad y el manejo de los síntomas, según sus necesidades,  son la clave del éxito.

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