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Músculos: cómo cuidarlos y mantenerlos sanos

En nuestro cuerpo hay más de 600 músculos, nos sirven éstos ayudan a movernos, levantar objetos, pero también ayudan a que la sangre corra por el cuerpo, y que el corazón lata. Otros intervienen en el sistema digestivo. Los llamados músculos esqueléticos, tienen ligamentos que conectan los músculos con los huesos. Cada clase de músculo tiene un tejido propio y muchas pequeñas fibras que les dan elasticidad.

Hay 3 tipos de músculos:

  • Músculo liso,
  • Músculo cardíaco
  • Músculo esquelético

Los músculos trabajan unos de forma voluntaria y otros lo hacen solos. Nuestro cuerpo se adapta bien cuando practicamos ejercicio físico pudiendo aguantar esfuerzos bastante intensos. Cuando sometemos los músculos  a un sobre esfuerzo, estos necesitan más alimento, que les llega a través de la sangre.

Los beneficios del ejercicio físico sobre nuestros músculos, son considerables y  repercuten en el tono muscular y el volumen muscular. Los músculos nunca están totalmente relajados, esto es para mantener la postura, el tono muscular es la fuerza que hace cada músculo para mantenernos de pie, sentados, agachados,  etc. este proceso es involuntario. Cuando dormimos es cuando los músculos normalmente están más  relajados.

Nuestro cuerpo soporta cuando estamos activos cargas y posturas constantemente, si nuestro sistema muscular no tiene un trato correcto puede perjudicarnos con el tiempo. Actualmente, los problemas de espalda son demasiado comunes, y nos afectas especialmente las cervicales y la zona lumbar, muchos de estos problemas tienen su origen en malos hábitos y posturas, y por un bajo tono muscular.

El sistema muscular se encarga de mantener las diferentes partes del cuerpo en su sitio,  un buen tono muscular, ayuda al mantenimiento de nuestra estructura corporal, y un buen tono muscular, lo conseguiremos haciendo ejercicio físico. El volumen muscular no es tan importante como el tono, es el tamaño del músculo. Erróneamente  asociamos volumen con fuerza y eso no siempre es así.

Algunos consejos sobre los músculos a tener en cuenta:

  • Hay personas obsesionadas con tener los músculos muy desarrollados, solo para lucir y  utilizan medios que no son los más adecuados, pudiendo dañar su salud.
  • Hay una gran variedad de ejercicios para mantener un sistema muscular, para trabajar los músculos específicamente es necesario acudir a centros especializados y saber si nosotros estamos capacitados para hacerlo.
  • Los músculos son flexibles, lo que les permite contraerse, y estirarse.

Los estiramientos de los músculos

A los estiramientos no les damos la importancia que realmente tienen y menos aún si no  practicamos habitualmente algún  deporte. Los estiramientos ayudan y mantienen los músculos en buena forma, que se lesionen por falta de movilidad, alivian tensiones y  dolores que pueden llegar a ser crónicos.

Cuando hacemos un estiramiento, hay una deformación que  alarga el músculo y cuando acaba  el estiramiento el músculo vuelve a su forma inicial sin que haya ningún cambio.

Después de un esfuerzo físico el cuerpo libera ácido láctico a través de los músculos, este se cristaliza y provoca rigidez en sus fibras, los estiramientos evitarán la rigidez y a prevenir posibles lesiones.

No estaría de más convertir los estiramientos en costumbre, estos deben ser lentos y relajados, y  nunca han de causar dolor. Un mal estiramiento puede reducir la fuerza y potencia del músculo notando sus molestos efectos durante un buen rato.

El yoga es una actividad que ayuda a estirar todo el cuerpo y  aumentar la resistencia muscular, también facilita la relajación y baja el estrés. Los ejercicios de Pilates también nos ayudan a  mejorar la flexibilidad, y  la fuerza de los músculos.

Sobrecargas y contracturas en músculos

Los músculos que más trabajamos habitualmente son los llamados posturales y son  algo más resistente que el resto, aunque también se acortan y sobrecargan con mayor facilidad.

La contractura es una lesión muscular bastante habitual que acorta el músculo y no lo deja volver a su posición normal. Suelen producirse  por la edad, enfriamientos, malas posturas, la inactividad, un gran esfuerzo, ello irrita las terminales nerviosas causando neuralgia y dolor.

Cuando estamos en reposo, y especialmente al dormir, hay unas fibras musculares se contraen, eso hace que al levantarnos estemos  rígidos y con ganas de estirarnos.

Enfermedades sistema muscular

Las enfermedades del sistema muscular causan muchos problemas que afecta a la movilidad y el funcionamiento de diferentes partes del cuerpo. La lista, desgraciadamente, es muy larga:

  • Desgarro del musculo.
  • Calambres, que afecta a los músculos superficiales.
  • Esguince daña las fibras musculares.
  • Atrofia es la  pérdida o mengua del tejido muscular.
  • Hipertrofia es el crecimiento o desarrollo anormal de los músculos.
  • Poliomielitis es producida por un virus que ataca al sistema nervioso central, y ocasiona que los impulsos nerviosos no se transmitan y las extremidades se atrofien.
  • Distrofia muscular, es una enfermedad genética  muscular hereditaria que daña las fibras musculares.
  • Parálisis cerebral afecta algunas funciones posturales, el equilibrio y el motor se ven afectados.
  • Fibrodisplasia osificante progresiva es un trastorno congénito muy raro que hace que los tejidos blandos pasan a convertirse en duro como los huesos.
  • Dermatomiositis es una enfermedad autoinmune progresiva de los tejidos conectivos que causa debilidad muscular.
  • La miastenia  es una enfermedad crónica autoinmune que causa debilidad muscular y fatiga.
  • Esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa grave en la que las neuronas motoras se destruyen, provoca la pérdida de control sobre el movimiento muscular voluntario.
  • La fibromialgia es un  trastorno debilitante crónico del músculo. Causa  dolor, fatiga, rigidez y otros síntomas.
  • La miotonía hace que los músculos se relajan después de la contracción y la estimulación, impide coger las cosas con fuerza, caminar y dificultad para levantarse después de estar sentado o haber dormido.
  • El síndrome miofascial es un trastorno de dolor muscular crónico, que produce una sensación de ardor alrededor de los puntos sensibles llamados los puntos gatillo.

Las enfermedades de origen muscular pueden causar enfermedades debilitantes que dificultan el trabajo y limitan la movilidad.

JOSEP MASDEU BRUFAL

Naturópata

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Me duelen las manos ¿tengo síndrome de túnel del carpo?

Muchos de nosotros no notamos los síntomas sino hasta cuando empiezan a interrumpir nuestras actividades cotidianas. Lamentablemente es una condición que afecta cada día a más personas por el incremento en las actividades repetitivas de las manos.

El síndrome del túnel del carpo es dado por el daño del nervio mediano por la rigidez del túnel del carpo. Los síntomas iniciales son sensoriales dado por el daño de las fibras sensoriales. Después incrementan los síntomas motores por el daño de las fibras motoras que toma más tiempo. Por lo tanto, en principio se identifica adormecimiento y cosquilleo de las manos, usualmente describen pérdida de fuerza y soltar con facilidad las cosas sin darse cuenta. Son síntomas intermitentes, y se consideran más específicos cuando despiertan al paciente de noche y pasan cuando sacuden las manos.

A nivel nervioso los primeros daños son la pérdida de la capa de mielina que cubre el nervio, seguido por la degeneración axonal del nervio (lo axones son las estructuras de los nervios que conducen la información de un lado a otro). Dado que el daño es del nervio mediano, los síntomas se localizan en la palma de la mano y los dedos pulgar, índice, medio y anular. Tenga en cuenta que cuando el dolor es del dedo menique y se extiende por ese lateral de la mano, lo más probable es que el diagnóstico sea diferente. Aunque se puede extender el adormecimiento a toda la mano o brazo, el dolor suele ser en la palma de la mano, algunas veces pueden avanzar hasta la parte interna del antebrazo. Además las quejas sueles ir acompañadas de sensación de hinchazón en las manos acompañado de cambios de temperatura y sudoración.

Por lo general se presenta más en la población caucásica, en mujeres entre los 45-60 años. También se relaciona con desordenes de la tiroides, con artritis reumatoide, acromegalia y amiloidosis, entre otras. La mano dominante suele ser la primera con síntomas pero puede avanzar y ser bilateral. Esto a causa de su asociación con actividades repetitivas, prolongadas, con fuerza de la muñeca, con exposición a la vibración.

Los tratamientos inician con el uso de férulas en posición neutral o de extensión de la muñeca para usar durante la noche por lo menos de 3 a 4 semanas. La inyección de esteroides en el túnel del carpo es una buena opción a largo plazo y para algunos pacientes, según la causa de la enfermedad, les puede ayudar los antiinflamatorios no esteroideos y los diuréticos. Cuando el síndrome está con síntomas leves o moderados estas medidas conservadoras tienen un buen pronóstico.

En última estancia, los pacientes que no mejoran con el tratamiento conservador o tienen una condición severa se puede considerar la cirugía, aunque aún no tiene un pronóstico favorecedor pues a 5 años hasta un tercio de los pacientes recurren con la enfermedad.

Por parte de los tratamientos con medicina biológica se utilizan moduladores del proceso inflamatorio como el Traumeel® y  Zeel® que alcanzan una mejoría sintomática significativa. Adicionalmente se recomiendan ejercicios como el yoga que reducen el dolor y mejoran la fuerza de las articulaciones.

Independientemente de la terapia que más se acomode a sus preferencias, recuerde siempre llevar un adecuado control con su médico de confianza. La correcta evaluación de la enfermedad y el manejo de los síntomas, según sus necesidades,  son la clave del éxito.

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Flora intestinal: qué es, alimentos buenos y malos

La  flora intestinal, es un  medio ocupado por millones de microbios de diferentes especies necesarios para nuestra salud, la  mayoría están en el tracto digestivo, y más concretamente  en el colon, también habitan en el interior de la boca, el estómago e intestinos, estas partes  son las que están en contacto directo con el exterior. Las personas nacemos estériles, pero e mínimo contacto con el exterior los microbios de cualquier clase  entran por la boca y se diversifican, establecen y multiplican por diferentes mucosas.

En la pared intestinal se crea una barrera contra la invasión de microorganismos peligrosos, en la mucosa intestinal se generan muchos anticuerpos, que  hacen que la flora  se fije al intestino para evitar que microbios no pertenecientes a la misma invadan a este órgano. La conformamos con la dieta y otros factores externos.

No obstante, en ocasiones los microorganismos y sustancias extrañas rompen las barreras y logran traspasar la mucosa intestinal, con lo que dan lugar a una infección.

En los dos primeros años la formación de la flora intestinal,  está influida por la lactancia, el medio ambiente, etc.

Los niños con la flora intestinal afectada son más propensos a padecer ciertos trastornos  neurológicos, como el  TDAH y algunos problemas relacionados con el  aprendizaje.

La flora es diferente para cada persona, y su buen funcionamiento además del cuerpo, afecta  también el sistema inmunológico, peso, salud mental, memoria, pudiendo ser el origen de diferentes enfermedades crónicas y agudas, desde diabetes hasta cáncer.

Alimentos buenos y malos para la flora intestinal

La flora nos ayuda a fermentar la parte no asimilable  de los alimentos, como la fibra vegetal, y los microorganismos que hay en la flora producen ácidos grasos, vitamina D y K, facilitan la recuperación y absorción de calcio, hierro y magnesio, y evitan la entrada de microbios dañinos. Son una parte importante del sistema inmunológico.

Los malos hábitos de vida, el abuso de algunos medicamentos y laxantes, el tabaco o las drogas, el estrés, el sedentarismo, y una dieta pobre en fibra y rica en grasas dañan nuestra flora, por eso debemos cuidar lo que comemos,  una dieta rica en alimentos con fibra,  probióticos y prebióticos, ayudan a mantenerla en buen estado, además de proporcionarnos el tipo y la cantidad correcta de nutrientes que necesitamos.

  • Los alimentos probióticos contienen bacterias buenas como Lactobacilos, que libera unas sustancias sanas que crecen dentro de tracto digestivo. Están presentes en los yogures y los lácteos fermentados. No todos los probióticos son iguales, ni nos aportan los mismos beneficios, los hay que van bien para el colon irritable pero no son efectivos para la diarrea o las alergias. Cada probiótico tiene un efecto para una patología especial.
  • Los alimentos prebióticos son sustancias de los alimentos que no podemos digerir por lo que no nos aportan ningún beneficio. Su función  está en a las bacterias buenas de la microflora intestinal. Suelen ser carbohidratos no digeribles, algunas bacterias procedentes de la leche mediante ciertos, otras que hay en el espárrago, cebolla, tomate, plátano, centeno, etc.

Evitemos el consumo de antibióticos, teniendo cuidado con el consumo de carnes provenientes de animales alimentados con antibióticos para acelerar su crecimiento, y que también acaban afectándonos,  y el azúcar, ya que todos ellos dañan nuestra flora. Pero si i nuestra dieta es baja en azúcar y tomamos alimentos fermentados sin pasteurizar o algún suplemento de probióticos de buena calidad nos ayudará a mantener y restaurar  tanto nuestro ecosistema interno del intestino como nuestra salud en general.

Hinchazón, estreñimiento, diarrea, flatulencias, son algunas de las molestias que si se hacen crónicas pueden ocasionarnos importunas molestias.

También tiene relación la flora con el peso corporal, hay estudios que dicen que las personas obesas suelen tener una composición bacteriana intestinal diferente que, varía con la pérdida o el aumento de peso. Solo controlando el peso podemos transformar la flora intestinal.

Cómo mantener una buena flora intestinal

Una guía para cuidar la flora intestinal debería basarse en:

  • El consumo diario cinco raciones de frutas, verduras y hortalizas.
  • Tomar dos lácteos fermentados al día con probióticos.
  • Comer legumbres de 2 y 4 veces por semana.
  • Comer frutos secos, mejor crudos y semillas.
  • Cuidemos tanto la higiene personal como la de los alimentos
  • Evitemos el consumo abusivo de antibióticos y sin prescripción médica..
  • Hacer ejercicio físico a diario.

Evitemos  los laxantes porque pueden hace que el cuerpo se vuelva vago con lo que cada vez  necesitará cada vez más cantidad, a la vez que dañan considerablemente la flora intestinal, solo podrán tomarse en casos excepcionales con prescripción médica.

La diarrea puede ser la primera señal de que las defensas del intestino están  débiles, lo que posibilita que los microorganismos dañinos se peguen a las paredes y se reproduzcan, causando una infección.

JOSEP MASDEU BRUFAL

Naturópata